16 de marzo de 2014

Las negaciones de Pedro - Exposición Junta General de Cofradías 2014

Con Jesús prendido y llevado ante las autoridades, solo Pedro y Juan se atrevieron a seguir a la comitiva para ser testigos de lo que iba a suceder con Él. Sin embargo, Pedro vivió su propio capítulo de debilidad cuando estando ante los criados del Sanedrín negó hasta en tres ocasiones a Jesús. El pecado de Pedro no fue por falta de amor, sino por debilidad y presunción. Acudió al palacio del pontífice por amor, se quedó allí por amor, pero su sentimiento era más débil de lo que pensaba. Su negación, por tanto, no fue falta de fe, sino debilidad pasajera. Por eso, cuando volvió en sí, la amargura inundó su corazón y lloró amargamente por haber fallado a Jesús. La oración de Cristo impidió que el diablo lo destrozase como a Judas, y, gracias a eso, en medio de su pecado conservó la fe y se arrepintió.

"Pedro dijo: Hombre, no sé de qué me hablas. Y enseguida, estando todavía él hablando, cantó un gallo. El Señor, volviéndose, le echó una mirada a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra que el Señor le había dicho: Antes de que cante hoy el gallo, me negarás tres veces. Y, saliendo afuera, lloró amargamente".
(Lc 22, 60-62)


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